Desde modelos clásicos hasta opciones para correr juntos o entrenar con libertad, encuentra la correa perfecta según la personalidad y estilo de tu perro.
Correa estándar
Ideal para paseos diarios
Suele medir entre 1 y 2 metros. Brinda un buen equilibrio entre libertad y control. Es la correa más común para perros de todos los tamaños.
Correa retráctil
Mayor libertad controlada
Permite que el perro explore a distancias mayores, con una cuerda que se enrolla y desenrolla automáticamente. No se recomienda para perros que tiran mucho o zonas concurridas.
Correa larga
Perfecta para entrenar
Varía entre 3 y 15 metros. Muy útil para adiestramiento con llamada, ejercicios de obediencia o rastreo. Requiere atención para evitar enredos.
Correa manos libres
Para caminar libremente
Se sujeta a la cintura o al torso, ideal para personas activas o multitarea. Requiere que el perro sepa caminar sin tirar.
Correa multiposición
Versátil y adaptable
Tiene varios anillos o clips que permiten ajustar la longitud o usarla como doble correa, cruzada al cuerpo o atada fácilmente a objetos.
Correa de doble
Control adicional con arnés y collar
Cuenta con dos extremos, uno para el arnés y otro para el collar. Ofrece mejor control, especialmente en perros que tiran o en entrenamiento.
Después de paseos bajo la lluvia, en la playa o el campo, limpia la correa con agua tibia y jabón neutro para evitar la acumulación de suciedad y malos olores.
Comprueba cada cierto tiempo que los mosquetones, anillas y costuras estén firmes y sin signos de desgaste que puedan comprometer la seguridad.
Evita dejarla en exteriores o lugares húmedos, ya que puede desarrollar moho o deteriorarse más rápido
Si estás adiestrando a tu perro, considera usar una correa específica para ese fin, de mayor longitud o con amortiguador, y reserva la otra para paseos diarios.
Evita que tu perro muerda o juegue con la correa. Esto puede debilitar el material y hacerla menos segura durante los paseos.